lunes, 2 de septiembre de 2013

Queridos hijos...


Me ha encantado el post de Marta en Mapellcor, y me ha apetecido hacer mi versión particular...

Queridos hijos,

quiero que sepais, que sois lo más maravilloso que nos ha pasado en la vida, que os queremos mucho, que os querremos siempre... siempre. Hagais lo que hagais, seais como seais, pase lo que pase... siempre...

Sabed que sois libres, y respetaremos vuestras decisiones, os apoyaremos en lo que quiera que decidais.

Sabed que buscaremos siempre lo que es mejor para vosotros, no para nuestra comodidad.

Sabed que podeis jugar felices, pues nosotros no dirigiremos vuestro juego.

Sabed que podeis estar tranquilos, porque siempre estaremos ahí para conteneros y daros lo que  necesiteis.

Sabed que podeis sentir tristeza, enfado, miedo, alegría, pena o rabia, todas vuestras emociones son importantes para nosotros.

Sabed que podeis desarrollaros a vuestro ritmo, sin prisas ni horarios, pues confiamos en vuestra autorregulación.

Sabed que no pasa nada por cometer errores, siempre se puede aprender de ellos y seguir creciendo.

Sentíos libres de ser quienes sois, no pondremos sobre vosotros etiqueta ninguna.

No obedezcais ciegamente, pensad siempre por qué haceis las cosas. Informaros bien antes de decidir.

Tratad a las personas con respeto, todo el mundo merece respeto. Exigid también que se os trate con respeto. No con respeto a la autoridad, sino con respeto a la persona que cada uno es. A sus decisiones, a su desarrollo, a sus emociones, a sus virtudes y a sus defectos.

También a La Naturaleza. Cuidadla, conocedla, queredla. Escuchadla, ella sabe. Asombraos con ella.

Cuidad vuestro cuerpo, es sólo vuestro. Disfrutad con él. Respetadlo y queredlo también. No comais lo que no querais comer. No deis un beso que no querais dar. 

No juzgueis a nadie. Nadie es quién para juzgar a nadie. Puede que no os guste lo que veais pero puede también que no sepais qué pasó para que eso llegara a ser así.

Disfrutad de la vida, perseguid vuestros sueños, cread vuestra realidad. Pasadlo bien. Confiad en vuestro poder, dejad volar la imaginación, y no dejeis que nunca nadie corte vuestras alas.



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miércoles, 24 de julio de 2013

Los padres podrán estar en las UCIs con sus hijos... en teoría

Hoy estoy  muy removida...

Y es que tenemos una buena noticia: ayer el Consejo Interterritorial de Sanidad aprobó que las UCIs pediátricas estén abiertas 24 horas para que los padres puedan estar con sus hijos. Por fin se tendrá que aplicar algo tan evidente y tan necesario como que los niños enfermos puedan estar con sus padres, y los padres con sus hijos.

Este es uno de los puntos que recoge la Carta Europea de los Derechos del Niño de la ONU pero que aún en muchos hospitales de nuestro país no se contempla, ignorando algo tan conocido como que el contacto, el apego y la lactancia materna son métodos de comprobada eficacia para acelerar la recuperación de los niños enfermos. Dice esta carta europea que los niños tienen derecho a estar acompañados de sus padres o de quien los sustituya el mayor tiempo posible durante su permanencia en el hospital, sin obstaculizar la aplicación de los tratamientos necesarios para el niño. Esto conlleva que los niños pasen muchas horas solos, se sientan desamparados y que en el caso de los bebés se dificulte en gran medida el mantenimiento de la lactancia materna. También se aumenta de modo innecesario el sufrimiento de los padres que no pueden estar acompañando a sus hijos en esos complicados momentos.

Mientras, en el hospital de La Paz presumen de respetar los derechos del niño hospitalizado, y ponen un poster con la Carta Europea de los Derechos del Niño en cada puerta, e incluso lo publican en su página web, pero existen aún varias unidades en las que esto no ocurre. El restrictivo horario de visitas de la "Unidad de Anestesia y Reanimación Pediátricas" por la que nosotros pasamos, hace que los padres apenas puedan ver a sus hijos enfermos allí ingresados sólo una hora y media por la mañana y una hora y media por la tarde. También en la "Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos" los padres sólo pueden acceder a estar con sus hijos tres horas por la mañana y tres por la tarde.

Por fin, después de mucha presión, varias campañas, y mucho empeño de muchos padres que hemos sufrido dejando a nuestros hijos "al otro lado del cerrojo", las puertas se van a abrir. Por fin. Lo hemos conseguido. Enhorabuena a todos. Porque repercutirá en todos. En los niños que sufrirán menos, en los padres que sufrirán menos, y en la sociedad en general que ha dado otro pasito en el camino de la paz y de la no violencia.

Sin embargo... para mí hoy es un día agridulce... y es que esta noticia, es buena, pero como siempre... todo depende de cómo se aplique. Las cosas no cambian de hoy para mañana. Es un paso importante, pero son muchas mentalidades a cambiar de repente.

Y es que, casualidades de la vida, resulta que justo hoy ha llegado a mis manos el historial medico de mi hijo, que recoge todo lo que pasó en aquellos tres meses que estuvo ingresado. No puedo evitar llorar al leer algunos comentarios de las enfermeras que cada día hacían sus turnos. "Pasa la mañana tranquilo pero todo el tiempo en brazos de sus padres" (¿?¿?¿??),  "los padres dicen que por las noches se pone nervioso" (?¿¿?¿?) así lo recuerdo yo... mi niño tranquilito todo el día con nosotros... y mogollón de tensión al tenernos que ir a casa, llantos, estrés nuestro por dejarlo así, la enfermera que nos anima a irnos como si no pasara nada, ... "se administra rivotril  por la noche y duerme 5 horas"... joder y si en vez de un tranquilizante le pusieran a su madre al lado? y si en vez de interpretar que el niño está intranquilo por las noches entendieran que los bebés se despiertan cada hora buscando a su madre? y si comprendieran que los bebés no saben que hasta las tres horas no toca otra toma de biberón? y si entendieran lo surrealista que es que su madre está en casa poniendo el despertador cada tres horas para sacarse leche?

Pues estas cosas, este tiempo tan duro, pasaron también nada menos que en una unidad en la que las puertas ya estaban abiertas 24 h. O sea, que supuestamente durante al menos esa parte de su ingreso, mi hijo podría haber estado acompañado todo el día y toda la noche. Pero cual es la realidad? La realidad no es una habitación con una cama en la que acostarse para pasar la noche a su lado. No. La realidad es un box de 4 x 10 m con paredes de cristal y 8 cunas entre las que se intercalan 8 sillones semireclinables (en total, más o menos un par de metros cuadrados por familia), con una enfermera que se ríe cuando dices que te vas a quedar también a la toma de las doce, y que cuando llegas a la toma de las 9 de la mañana te dice que qué haces aquí tan pronto, y que no puedes pasar todavía a ver a tu hijo porque están bañando a otro, a pesar de que las tetas te revientan y le estás oyendo llorar al otro lado de la puerta. Si, de esa puerta supuestamente abierta 24 h. O que te dice que hay que salirse porque va a pasar el médico a hacer la ronda, como si no pudiera auscultarle estando encima de su madre. La realidad es un médico que te dice que no lo cojas tanto porque se va a acostumbrar y luego cuando le operen y no puedas cogerlo va a ser peor. Esa es la realidad.

Así que nos quedamos con la parte buena, que es el gran paso dado ayer en la protección de los derechos de los niños y de sus padres, pero aún no podemos cantar victoria. Queda mucho trabajo todavía. Hay mucho que cambiar aún.  Y es que no son sólo las puertas... es la mente de muchos la que se tiene que abrir.

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viernes, 17 de mayo de 2013

Gracias Diego por estos 25 meses


Han sido 25 meses maravillosos, Diego... inmejorables...
Han sido 25 meses compartiéndonos, disfrutándonos, sabiéndonos cómplices, mirándonos enamorados, encontrándonos en cada momento difícil para relajarnos, sabiéndonos en nuestra burbuja particular, donde no cabía nadie más...



Ha llegado nuestro momento. Y es bonito y triste a la vez... Triste porque se acaba esto tan maravilloso que nos ha unido tanto todo este tiempo. Bonito, porque la vida sigue y tú creces y yo cada día te quiero más si es que es posible...



Hoy siento que te haces mayor, pero estoy contenta y tranquila. Un poquito triste, sí, porque acaba una etapa preciosa... Pero empieza otra y seguimos juntos, de otra manera, y sigo aprendiendo contigo cada día... Te quiero muchísimo Diego, eres una personita maravillosa... me siento orgullosa de que me hayas elegido para ser tu madre.

Gracias Diego mi amor...

jueves, 9 de mayo de 2013

La madriguera: otra maternidad para un cambio global




https://lamadriguerareddecrianza.wordpress.com/


Porqué La madriguera? Porque creemos que hace falta más cuidado, más empatía, más responsabilidad, más consciencia, más amor hacia todas las personas y hacia todo lo que nos rodea.

Y porque creemos que ese cuidado es necesario desde el principio, hacemos nuestra la frase de Michel Odent: "para cambiar el mundo, primero hay que cambiar la forma de nacer". Porque en cada nacimiento un nuevo ser viene al mundo, y debemos recibirlo con el amor y respeto que se merece.

Y más aún, cuidemos a las mujeres, que gestarán y parirán a esas criaturas para que se sientan libres y empoderadas y capaces de esa gran tarea. Permitamos que sus embarazos sean conscientes y sus partos respetados. Y no les separemos, se necesitan mutuamente para que se de el vínculo de amor entre ellos.

Cuidemos también a esos niños, dejemos que sean niños y respetemos su ritmo evolutivo, sus inquietudes, sus intereses, sus necesidades físicas, emocionales y espirituales, protejamos su alegría y sus ganas de aprender.





Cuidemos el entorno en el que vivimos, en el que vivirán. La tierra no es un legado de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos. Seamos responsables, seamos conscientes de nuestras acciones, también las indirectas. Cada cosa que hacemos, que compramos, repercute a otros...

Cuidemos nuestra salud, nuestra alimentación, no nos creamos todo lo que nos venden. Recuperemos la conexión con nuestro cuerpo, no esperemos a que otros nos digan cómo nos sentimos, o qué tenemos que tomar para sentirnos bien. Valoremos qué intención mueve a cada información que nos llega.

Abramos los ojos, sólo así podremos ver qué está pasando, y sólo así podremos elegir salir de esta rueda loca y empezar a construir un mundo distinto.




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